Un código de vestimenta uniforme asegura que los instructores puedan ver fácilmente la alineación, el uso de músculos y la postura de los estudiantes durante la clase. Las faldas, shorts y tops holgados pueden ocultar problemas de colocación corporal que pueden potencialmente causar lesiones.
Una apariencia ordenada y limpia es parte de la disciplina de la danza. Cuando se nos pide que recojamos el cabello y lo mantengamos fuera de la cara, esto asegura que el bailarín pueda ver y evita una lesión en el ojo si el cabello golpea los ojos. Lo mismo se aplica cuando se pide a los bailarines que no usen joyería en clase. Las joyas pueden causar lesiones al bailarín o a otros y, por supuesto, pueden romperse mientras se baila.
Seguir el código de vestimenta requiere esfuerzo y muestra que un bailarín está enfocado y serio en mejorar y desarrollar sus habilidades de danza. Cumplir con el código de vestimenta demuestra que el bailarín respeta el estilo de danza que está estudiando.